Tailandia - Mayo 2008 - Phuket

Phuket
En esta isla en la que pasamos seis días, tuvimos el único pequeño percance con la organización del viaje. Al llegar al aeropuerto, nos debería estar esperando para trasladarnos al hotel alguien de Ambasador tours. Después de esperar un buen rato descubrimos que no nos esperaba nadie.Aquí le vimos la primera ventaja a alojarnos en el hotel Hilton Arcadia, ya que al ver que nadie nos venia a buscar una chica del hotel que estaba en la sala VIP que tiene Hilton en el aeropuerto, se hizo cargo de nosotros y nos envió con un chofer del hotel hasta nuestro alojamiento. El coste del servicio, 600thb se lo pasamos a Ambasador, que se hizo cargo sin problemas.

La isla de Phuket, tiene una vegetación tropical, pero en ningún momento me pareció un sitio paradisíaco y quizás por esto me ha decepcionado un poco. Tiene un tráfico terrible como Bangkok y está todo muy explotado por el turismo.Supongo que hace años seria mucho más “autentico”, pero ahora se ve muy masificado.Los precios son bastante más altos que en Bangkok y la gente aunque es amable está bastante más curtida con los turistas.

La zona a la que fuimos me ha gustado mucho, Karon tiene una playa impresionante y un paseo a lo largo que se une con Kata. También tiene la ventaja de estar cerca de Patong. El problema de esta zona, es que en la época del monzón, las playas de esa costa están cerradas al baño. Parece que en está época las corrientes son muy frecuentes y cada año se ahogan un número considerable de turistas. Por eso por precaución se prohíbe el baño.De todos modos, lo realmente espectacular son las excursiones a las islas Phi-phi y a la bahía de Phang-nga.

En estas excursiones es donde verdaderamente podréis disfrutar del mar. Se puede hacer snorkel y nadar entre los peces de colores que abundan por estas aguas.

Frutas de bienvenida en la habitación.

Hotel Hilton Arcadia
La verdad es que es un hotel que al principio me decepcionó un pelin, pues por el nombre que tiene la empresa, me esperaba una habitación un poquito más cuidada. Lo cierto es que viniendo del Shangrila el cambio es importante, pero también hay que darse cuenta que es un hotel de playa, que generalmente, no suelen ser tan buenos como los de ciudad.La habitación como os digo, no estaba mal, pero se le notaba que tenia mucho trote y le hacia falta algún retoque para “lavarle la cara”.El baño no era ninguna maravilla y como al resto de la habitación le vendría bien una reforma.De todos modos y después de pasar seis días allí, me fue cambiando la impresión, ya que el magnifico servicio, piscinas, jardines y restaurantes compensan la estancia allí. El hotel está en la playa de Karon y puedes tomar el sol en una de sus piscinas viendo el mar y la playa, ya que no te puedes bañar en el mar por lo menos tienes la piscina.

Como dato anecdótico os diré que a este hotel no le afectó el tsunami, cosa que otros que hay por allí sí.
Desde este hotel puedes ir andando a Kata y Patong queda bastante cerca en tuk-tuk.

Karon
Como ya he dicho, Karon es tiene una playa preciosa, pero poco más.Hoteles y algún restaurante en el paseo pero nada más.

Kata
Está zona es un poco más animada y tiene bastantes sitios para ir a cenar. Uno de los sitios que probamos se llama Euro Delhi, se encuentra en la pequeña colina que separa Karon de Kata, enfrente al Dinopark tiene cocina tailandesa e internacional. Tiene una buena relación calidad-precio y la comida está bastante buena.

Otro sitio en el que cenamos, aunque bastante más caro, es el Bounty, en la playa de Kata.También nos hablaron muy bien del On the rock, que está en la subida entre Karón y Kata.Para tomarse una copa a ritmo de reage, el único sitio que vimos que se parece a un chiringuito de playa, el Ska Bar. Este lugar se encuentra al final de la playa de Kata y para encontrarlo hay que seguir la indicación que pone en una calle y dice “go to the beach”.Tienen un montón de cócteles y cerveza fresquita, está bien para acabar la noche tomándote algo y viendo como el personal hace malabarismos con fuego sobre la arena.

Patong
Es el pueblo más grande de la zona y como no, tiene mercadillo y puestos y hasta un centro comercial en condiciones.La calle principal es Bang-la road y es peatonal por la noche.En esta calle se acumulan bares de chicas y guiris que van “al tema” y curiosos que miran el ambiente. No deja de ser curioso lo abiertos que están estos sitios y lo tolerantes que son con la prostitución aquí.Una pareja de españoles con los que coincidimos en el hotel, nos comentaron que salieron en esta calle hasta tarde con otras parejas que se habían encontrado allí. A pesar de que el ambiente de estos sitios está orientado al público masculino dicen que se lo pasaron bien y que las chicas les sacaron a bailar con respeto y sin hacer nada raro. Por mi parte me pareció algo “incomodo” entrar en alguno de estos sitios y nos quedamos fuera. De todos modos como estos sitios son todos abiertos podéis echar un vistazo y decidir si os apetece entrar o no.También tenéis los típicos bares de guiris no muy distintos a los que podéis encontrar en Canarias o Mallorca, pubs irlandeses o ingleses con deportes en la tele, cerveza a raudales y música a “todo pisto”.Sinceramente, no me gustó demasiado y solo fuimos un día, el resto salimos a cenar tranquilamente por Kata, que aunque no tiene mucho ambiente para lo que íbamos buscando me pareció mejor.

Excursiones
Como ya he adelantado al principio, esto es lo que más me ha gustado con diferencia. Las excursiones en barco a las islas Phi-phi y a la bahía de Phang-nga. De hecho si pudieseis coger un par de noches en la isla de Phi-phi Don, creo que no os arrepentiríais, ya que ahí, es donde realmente sientes como si estuvieses en un paraíso.La verdad es que no hay mucho que hacer pero las playas y el paisaje son increíbles.

La excursión a las islas Phi-phi se hace en un barco rápido, ya que lleva un buen rato llegar hasta allí. Dura medio día y os llevaran a la playa de “La playa” (Maya beach) y a Phi-phi Don y a la vuelta os pararan en una pequeña isla con playa para tomar el sol y una piña colada si os apetece, parece la isla donde abandonaron a Jack Sparrow.

La de Phang-nga, es más relajada, se va en un barco más grande e incluso se come a bordo. Aquí el paisaje cambia bastante y el mar es mucho más tranquilo.

El destino final es la isla de James Bond, pero por el camino se va parando en islas en las que te meten en canoas para descubrir cuevas y lagunas ocultas desde el exterior.Hacen paradas para hacer snorkel, donde se ven cantidad de peces, aunque el coral está bastante deteriorado.Hay alguna excursión más pero, estas son las más conocidas. El tour operador con el que vayáis os las ofrecerá, nosotros las contratamos con el nuestro y no tuvimos problema. Otros españoles con los que coincidimos las contrataron en agencias locales, que hay un montón y nos dijeron que habían estado bien. Contratar la excursión en agencia local puede costar un 50% menos si se regatea, pero nosotros decidimos no jugárnosla.

Hay excursiones alguna otra isla menos conocida como la Isla Coral y actividades de buceo para aburrir.

Elefantes
Una cosa que no me gustó nada, fue el paseo por la selva en elefante. Como no subimos al norte, nos quedamos con las ganas de ver a los elefantes y contratamos una mañana una vuelta en elefante.La verdad es que los tenían descuidados y me dio bastante pena. El nuestro en concreto estaba agotado y lo seguían poniendo a dar vueltas igual. El colmo fue ver como tenían a uno bailando y tocando la armónica. Creí que los tendrían mejor cuidados y que no seria tan “show”. En fin, una mañana perdida y una mala sensación.

Phuket city
Phuket ciudad no tiene demasiado encanto, tiene un par de centros comerciales y lo único que me gustó es el barrio chino, que tiene un par de calles con algo de encanto. Si no disponéis de mucho tiempo, es totalmente prescindible.

Y poco más espero que os haya sido útil y disfrutéis tanto como nosotros en vuestros viajes.